Con este tan distinguido nombre eran conocidos en el norte jerteño los maquis en los tiempos en gris y en rojo. Los Caballeros de la Sierra.
En Lusitania, Caballeros y Sierra vienen de lejos. Banderas Lusitanas. Para el poder romano eran bandidos. Para buena parte del pueblo eran héroes. Son los valientes de Viriato, claro. Los que tuvieron en jaque a las lujosas cohortes imperiales que buscaban someter a esos ariscos serranos de Estrela, de Santa Cruz, de San Mamede. Probablemente ni unos eran ariscos ni serranos, ni las otras fueran espléndidas tropas. Pero nos gusta la leyenda. Nos engrandece.
Héroes y bandoleros fueron también unos extraños personajes venidos hasta los riberos del Tajo. Salteadores de caminos. Bandidos de fronteras. Siglos XII y XIII. Tipos que hicieron de la espesura del monte su seguro refugio.
Algunos los definen como “vagos, malhechores, criminales, prófugos, hidalgos arruinados por el juego o por los vicios” (J. M. Cuadrado). No podían ser otros. Son los Golfines. Cáceres fue su casa y la Lusipedia su morada. El autor de estas afirmaciones estaba, sin quererlo, definiendo el propio carácter, la pura esencia de este proyecto. Vagos. Criminales. Prófugos. Perdedores. Esto es la Lusipedia en estado transparente.
Perdedores también dicen que fueron los que huyeron a Salé, a las tierras de la media luna. Su salida de Hornachos y su reconversión industrial es digna de una grandísima novela o de una historia de desamor. Primero fueron moriscos serranos. Sierra Grande. Después se convirtieron en los Caballeros del Mar. Piratas del amor violento, de la sangre fácil, del botín resentido con la tierra patria.
Volvemos a la sierra. En el Reino de Gata las tropas francesas sufrieron su acoso permanente. Los Muchachos de Santibáñez nacieron como héroes para combatir al invasor napoleónico, y murieron como bandidos. No conocían otra forma de vida. La sierra, la espesura, las noches de aguardo.
Y después llegaron Chaquetalarga, Ino el Rojo, Pinto, El Francés y Rebolledo, y llegaron Las Villuercas y Azagala y muchos nombres más. ¿Bandidos? ¿Héroes? Maquis. Son Los Niños de la Noche. Son los Caballeros de la Sierra.
En Lusitania, Caballeros y Sierra vienen de lejos. Banderas Lusitanas. Para el poder romano eran bandidos. Para buena parte del pueblo eran héroes. Son los valientes de Viriato, claro. Los que tuvieron en jaque a las lujosas cohortes imperiales que buscaban someter a esos ariscos serranos de Estrela, de Santa Cruz, de San Mamede. Probablemente ni unos eran ariscos ni serranos, ni las otras fueran espléndidas tropas. Pero nos gusta la leyenda. Nos engrandece.
Héroes y bandoleros fueron también unos extraños personajes venidos hasta los riberos del Tajo. Salteadores de caminos. Bandidos de fronteras. Siglos XII y XIII. Tipos que hicieron de la espesura del monte su seguro refugio.
Algunos los definen como “vagos, malhechores, criminales, prófugos, hidalgos arruinados por el juego o por los vicios” (J. M. Cuadrado). No podían ser otros. Son los Golfines. Cáceres fue su casa y la Lusipedia su morada. El autor de estas afirmaciones estaba, sin quererlo, definiendo el propio carácter, la pura esencia de este proyecto. Vagos. Criminales. Prófugos. Perdedores. Esto es la Lusipedia en estado transparente.
Perdedores también dicen que fueron los que huyeron a Salé, a las tierras de la media luna. Su salida de Hornachos y su reconversión industrial es digna de una grandísima novela o de una historia de desamor. Primero fueron moriscos serranos. Sierra Grande. Después se convirtieron en los Caballeros del Mar. Piratas del amor violento, de la sangre fácil, del botín resentido con la tierra patria.
Volvemos a la sierra. En el Reino de Gata las tropas francesas sufrieron su acoso permanente. Los Muchachos de Santibáñez nacieron como héroes para combatir al invasor napoleónico, y murieron como bandidos. No conocían otra forma de vida. La sierra, la espesura, las noches de aguardo.
Y después llegaron Chaquetalarga, Ino el Rojo, Pinto, El Francés y Rebolledo, y llegaron Las Villuercas y Azagala y muchos nombres más. ¿Bandidos? ¿Héroes? Maquis. Son Los Niños de la Noche. Son los Caballeros de la Sierra.