06. Máscaras y Enigmas

¿Qué tendrá Llerena que tanto atrae a los amantes de las máscaras? Llerena y Évora ejemplifican la sombra donde se palpa lo desconocido, el misterio.

La Lusipedia dedica uno de sus rincones más atractivos a pequeñas historias bañadas por el enigma, por la leyenda oscura, por los vuelos interestelares.

El Cromlech de los Almendres, en las tierras de Évora, es nuestro gran santuario pagano, y al que la Lusipedia viaja cada solsticio de verano para intentar descifrar sus arcanos.

Muy cerca, en el centro de la ciudad, una capilla siniestra te recuerda que morirás porque has vivido. Es la Capela dos Ossos, y lugar siniestro que, sin embargo, siempre está lleno de turistas.

Sin abandonar la hermosísima ciudad alentejana, la Lusipedia indaga en una historia apenas conocida, la del Ser de Évora, una figura, que dicen de origen extraterrestre y que hace ya algunos años conmocionó a todos los que supieron de ella.

De Llerena queda aún el sustrato de los Autos de Fe. De ese tribunal que se llamaba santo y que provocó luchas religiosas y hasta un cisma que lleva el nombre de la ciudad.

De Llerena queda aún el misterio sin resolver de las momias que una mañana aparecieron en la Granada, de esos terribles ecos de empalados y ajusticiados.

De Llerena queda todavía el resuello de los iluminados, de los alumbrados que les decían. ¿Qué tendrá Llerena?

Pero estas Máscaras y enigmas no se quedan en la Campiña o en las heredades eburenses. Viaja a Belmonte, porque allí se esconde, aún hoy, una historia que está en la calle pero no ves, que la oyes pero no la puedes escuchar, que la palpas pero no la puedes retratar. Son los marranos, aquellos judíos que no quisieron abandonar nuestro territorio, y que han vivido al margen, como la Lusipedia toda.

Los enigmas viajan también a Saucedilla. De su fantasma casi todos hemos oído hablar. Lo hemos visto en televisión, en los periódicos. Pero nadie sabe quién está detrás de esa máscara.

En Barcarrota brotó el enigma emparedado por el paso de los años y la intransigencia. Su joya, la biblioteca que se puede contemplar en la alcazaba de Badajoz, es un tesoro bibliográfico y un nido de teorías y conspiraciones, como le gusta a la Lusipedia.

A la Lusipedia también le gustan, y mucho, los momentos eróticos que esconde, a la vista de todos, el coro de la Catedral de Plasencia. Que cada uno saque sus propias conclusiones. O la historia arrebatadora de la niña endemoniada de Villafranca. Exorcismos en Lusitania. Siglo XVI. Fascinante historia.

Y para máscaras y enigmas nos quedamos, al final, con la estela del Casar, una apasionante piedra que admite cualquier interpretación. Y por eso, la Lusipedia tiene la suya.